viernes, 10 de abril de 2009
LOS ANDAMIOS DEL MUNDO Y OTROS POEMAS, POR LEDO IVO
EL MAYOR REPRESENTANTE DE LA GENERACIÓN DEL 45 EN LA POESÍA BRASILEÑA. Nacido en Maceió, Alagoas, en 1924, el poeta, narrador y ensayista brasileño Ledo Ivo es uno de los más conspicuos representantes de la generación del 45, el movimiento que reaccionó contra las tendencias disgregantes e indisciplinadas que caracterizaron a la primera etapa del modernismo brasileño, pregonando una vuelta a los cánones, a la técnica, a los recursos formales. Autor de amplios recursos verbales y de una riqueza de imaginación sobresaliente, Ledo Ivo hizo de la palabra un espacio de invención y gozo, de transmutación y juego. Poeta de amplio reconocimiento en su país, Brasil, su obra ha sido premiada y goza del aprecio de los amantes de la poesía y la literatura. Sus libros siguen acumulando premios y es, hoy por hoy, un referente mayor de la poesía brasileña contemporánea.
Los pobres en la estación de autobuses
Los pobres viajan. En la estación de autobuses
levantan los pescuezos como gansos para
mirar
los letreros del autobús. Sus miradas
son de quien teme perder alguna cosa:
la maleta que guarda un radio de pilas y una
chaqueta
que tiene el color del frío en un día sin
sueños,
el sandwich de mortadela en el fondo de la
mochila,
y el sol del suburbio y polvo más allá de los
viaductos.
Entre el rumor de los alto-parlantes y el
traqueteo de los autobuses
temen perder su propio viaje
escondido en la neblina de los horarios.
Los que dormitan en las bancas despiertan
asustados,
aunque las pesadillas sean un privilegio
de los que abastecen los oídos y el tedio de
los psicoanalistas
en consultorios asépticos como el algodón
que tapa
la nariz de los muertos.
En las filas los pobres asumen un aire grave
que une temor, impaciencia y sumisión.
¡Qué grotesco son los pobres! ¡Y cómo
molestan sus olores aun a la distancia!
No tienen la noción de los conveniente, no
saben portarse en público.
El dedo sucio de nicotina restriega el ojo
irritado
que del sueño retuvo apenas la legaña.
Del seno caído e hinchado un hilillo de leche
escurre hacia la pequeña boca habituada al
lloriqueo.
En los andenes van y vienen, saltan y
aseguran maletas y paquetes,
hacen preguntas impertinentes en las
ventanillas, susurran palabras misteriosas
y contemplan las portadas de las revistas con
aire espantado
de quien no sabe el camino del salón de la
vida.
¿Por qué ese ir y venir? ¿Y esas ropas
extravagantes,
esos amarillos de aceite de dendé que lastiman
la vista delicada
del viajero obligado a soportar tantos olores
incómodos,
y esos rojos chillantes de feria y parque de
diversiones?
Los pobres no saben viajar ni saben vestirse.
Tampoco saben vivir: no tienen noción del
confort
aunque algunos de ellos tengan hasta televisión.
Verdaderamente los pobres no saben ni morir.
(Tienen casi siempre una muerte fea y de mal
gusto)
Y en cualquier lugar del mundo molestan,
viajeros inoportunos que ocupan nuestros
lugares
aun cuando vayamos sentados y ellos viajen
de pie
Una selección de sus poemas está disponible en la siguiente dirección:
http://www.scribd.com/doc/13042918/LOS-ANDAMIOS-DEL-MUNDO-Y-OTROS-POEMAS-POR-LEDO-IVO
Otros poemarios de esta colección disponibles en http://www.scribd.com/AQUILES%20JULIAN
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